Sri Lanka es una tierra que ha estado marcada por tradiciones étnicas y religiosas a lo largo de toda su existencia. Gracias a su ubicación estratégica entre el Sudeste asiático y Asia occidental, Sri Lanka ha sido eje de conexión para las principales rutas comerciales de la época, evidenciando historias y tradiciones con más de 2.500 años de antigüedad. Este vínculo comercial, trajo consigo mercaderes, inmigrantes y otros viajeros que se establecieron allí, se integraron y desarrollaron civilizaciones en ciudades como Anuradhapura y Polonnaruwa. Toda esta mezcla de culturas procedentes de Asia oriental, Oriente medio y de la India, se unieron con los pueblos indígenas de la isla, llegando a ser hoy en día un país multirreligioso y multiétnico con influencias del budismo, hinduismo, cristianismo e islamismo principalmente.
Los dos grandes grupos étnicos del país han sido los cingaleses y los tamiles, cada uno con una cultura y una política diferente, sin embargo, los primeros habitantes de Sri Lanka fueron los Veddahs, que sobrevivían gracias a la recolección y la caza. La relación entre los cingaleses y los tamiles no ha sido fácil, y siempre ha estado marcada por guerras e invasiones por parte de ambos. Lo interesante de esto es que cada uno tiene su propia versión acerca de sus orígenes, leyendas y mitos religiosos. Muchos cingaleses afirman que son descendientes de Vijaya, un príncipe del norte de la India que según la leyenda fue expulsado de su reino por comportamientos indebidos, asentándose posteriormente en Anuradhapura y siendo el primer rey del pueblo cingalés. Los Tamiles atribuyen su descendencia al antiguo reino Jaffna que comenzó por la invasión de un cacique proveniente de la India llamado Calinga Maga, de quien no se tiene mucha información.
El budismo, por su parte, ha influenciado y dado forma a la cultura de Sri Lanka. Los primeros mensajeros budistas trajeron al país un tallo del Árbol de Bodhi, bajo el cual Buda alcanzó la iluminación, y es considerado hoy en día como un lugar de peregrinación para los budistas.
Sri Lanka ha estado gobernada por varias dinastías a lo largo de su historia, empezando por los invasores de la India y China que controlaron la isla hasta el año 1505 cuando llegaron los portugueses, quienes se apoderaron esta vez del territorio, implantando el cristianismo y destruyendo muchos de los templos budistas. En 1602 llegaron los holandeses queriendo controlar el comercio productivo de las especias, construyendo canales para transportar mercancías por la costa oeste y en 1796 toda la isla fue cedida a los británicos que formaron su colonia allí, y lograron conquistar el reino de Kandy en 1815 (capital de aquel entonces). Durante la segunda guerra mundial Sri Lanka era una importante base de aliados en la lucha contra los japoneses.
En 1948, Sri Lanka logró su independencia del dominio británico, a través de una revolución pacífica y constitucional, sin embargo, los conflictos étnicos entre cingaleses y tamiles han marcado la historia de la isla desde entonces, dando lugar a movimientos insurgentes como los Tigres del Tamil que provocó una guerra civil durante varias décadas con el gobierno nacional. En 2009, oficialmente fue destruido el grupo guerrillero dando lugar a la reconstrucción de las antiguas zonas de crisis.
Actualmente, se puede decir que Sri Lanka mantiene una estabilidad política y económica, que le permite tener relaciones con otros países y apoyo externo para seguir avanzando socialmente. Los líderes políticos de los dos grandes partidos rivales Maithripala Sirisena (partido SLFP ) y Ranil Wickremesinghe (partido UNP) están comprometidos de manera conjunta a través de una coalición de gobierno, donde el primer líder ocupa actualmente el cargo de Presidente, elegido por la población y el segundo siendo nombrado Primer Ministro. Entre ambos, buscan impulsar medidas que promuevan la integración y la reconciliación en diferentes ámbitos.